Interviewing Paul Hawken, one of the creators of the movement ‘Blessed Unrest’ and its book

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Extracto de mi entrevista a Paul Hawken en el sexto número impreso de la revista internacional DUST, en junio de 2014.

Inma Benedito (IB): Your book ‘Blessed Unrest’ it’s about a movement that no one has noticed (not even the people involved). The quantity of organizations joining ‘The movement’ is around two million organizations strong. When did you realize that a group of people turned into a movement?

Paul Hawken (PH): There was never a moment when I knew anything. There was simply a point from where I started to count the number of organizations dedicated to the environment, social justice and indigenous rights. The number started at 30,000, which I thought was huge, but then it kept growing and growing. It is a movement to be sure, but not anything we have ever seen before because it has no ideology, center, or leader(s). Movement is the only word we have, but I prefer to think of it has humanity’s immune response to political corruption, economic disease, and ecological degradation.

IB: This movement, without a name or a representative, achieved to define the concept of ‘multitude’: a group of different people without a common identity, but with similar aims; –Life is the most fundamental human right-. It is the term for a group of people who cannot be classed under any other distinct category. Nowadays, while every group of people acts under a common identity, maybe this movement is giving to the concept ‘Multitude’ a reason to be? Perhaps the difference, taking in account other movements like ‘Occupy Wall Street’ or ‘Democracia Real Ya’, is that they are individuals acting under the identity of a group, while ‘The movement’ is about groups of individuals acting under the identity of each one?

PH: I agree. The parts, the individual groups, are aggregating into something larger. Just like cells make up a plant or bird or person, people have a collective, innate wisdom about life, about who they are, and their responsibility to extend life far into the future. This is a sacred act, and I believe it is also instinctual.

IB: How could we define the responsibility of the individual within its indistinct group of the multitude?

PH: The responsibility of the individual is to be true to the deep and timeless values that make us human and humane. These values are in each of us. They can be greatly obscured by materialism, religion, advertising, corporations, greed, and ignorance, but that does not mean they are not there within us. One by one, people are waking up to who they truly are, not who they have been educated or coerced to be by the economic system that is disintegrating the world.

IB: How you think that social networks may help us to make a greater change? Those can makes us connected, but maybe it’s just a ‘virtual power’.

PH: Social networks cut two ways. They can be gigantic wastes of time where we get are simply getting dopamine hits from people we do not really know. Or they can be (and are) vitally enhanced ways for humanity to connect to more of itself, a way to bypass the corporate or government controlled media that is not interested in truth.

IB: If our economy is built over the wrong pillars, how might we change the system without changing it by acting politically? How might we change from Conventional Capitalism to Natural Capitalism without joining Politics and changing political groups that lead most of our countries and support initiatives capitalists that, ordinarily, damage our environment? How can the society change without change our voice, our politicians?

PH: When a system is in chaos and no longer is expresses its purpose, which is to support and enhance life, then the entirety of the system will either change or collapse. People are intervening and transforming every aspect of the system, from politics to education to cities to agriculture to nationalism, etc. Every aspect of human civilization will change in this century. Of that, there is no doubt. The question is whether it will change by default or design.

IB: After observing all these organizations, how do you think the crisis is affecting people? Are we more active? Or do we feel moreover powerless?

PH: It affects each person differently. It is difficult to generalize because we are so diverse genetically, culturally, and economically. You do see people becoming more active and you see people becoming overwhelmed and numb. We are going through the greatest transition in human history, the first true global one, a transition of unimaginable magnitude. The question we have to ask ourselves is whether the political, social, and ecological crises  are happening to us or for us. If ‘to’, then we are objects cut off from others and life itself. If they are happening for us, then it opens up pathways to transformation and calls forth imagination, creativity and evolution.

Guillaume Piens: “Art Paris, con vistas al este”

Artículo publicado en la página web de la revista de arte contemporáneo BEIS, el 13 de marzo de 2014.

Por motivo de nuestra participación en Art Paris Art Fair (del 27 al 30 de marzo), la colaboradora Inma Benedito ha entrevistado a Guillaume Piens, director de la feria.

¡Nos vamos a París! ¡Acompáñanos!

Falcon 7X steep approach landing in London City Airport.

-Este año, coincidiendo con el 50 aniversario del reconocimiento por Francia de la República popular de China, Paris Art Fair presenta el arte de este país como invitado de honor de la exposición. ¿Qué diferencias encuentra entre el arte de China (o de Asia en general) y el de Europa?

Los artistas de China poseen un verdadero conocimiento técnico de la pintura que Occidente ha perdido. También se podría citar la persistencia de un estilo figurativo entre grandes artistas como Zeng Fanzhi, Zhan Xiao Gang o Yur MinJun…

Ha manifestado su oposición con respecto a la selección de galerías realizada por el anterior director de Art Paris ¿En qué difiere el criterio de selección de ambos? En su opinión ¿Cómo debería ejecutarse la selección de galerías?

Me declaré en desacuerdo con el proyecto del anterior director, que pretendía sobrepasar el formato tradicional de una feria, obligando a las galerías a presentar proyectos interdisciplinares ante, por ejemplo, un arquitecto, un diseñador, un modisto… Esto dio lugar a una gran confusión, por lo que mi primera acción como director fue restablecer un comité de selección compuesto por galeristas que escojan los proyectos de las galerías.

En el momento de la selección, nos interesamos junto con el comité, analizando la galería y los proyectos que pretenden exponer en la feria. En Art Paris preferimos privilegiar a las ‘Galerías de autor’, en las que se defiende una visión del arte que alberga una línea auténtica; sin caer en las tendencias de la moda.

-Aunque es conocido por su vasto conocimiento en el terreno fotográfico, usted prefiere la esfera del Arte Contemporáneo. ¿Cuál ha sido para usted la evolución de ambas corrientes a lo largo de los últimos años?

-Creo que el mercado de la fotografía, nacido alrededor de 1970, está alcanzando actualmente una madurez que le acoge plenamente como un arte mayor. La mitad de la fotografía permanece, sin embargo, austera, e interesarse al arte contemporáneo le permite ensanchar sus horizontes.

Hoy en día, numerosos artistas son pluridisciplinares: Pintan un día, filman una película o toman fotografías al día siguiente… Sus obras no se limitan únicamente a un método de trabajo, y una feria de arte contemporáneo permite mostrar todas las facetas de un artista.

 ¿Cuáles son las tendencias artísticas que podremos distinguir con respecto a 2013 en Paris Art Fair?

-Con respecto a la esfera del arte moderno; hallamos una re-exploración de movimientos artísticos de los años 1960/1970: el letrismo, la abstracción geométrica y el cinetismo, el retorno a la pintura de los años ’80, con la célebre Escuela de Roma y la Pittura Colta. El arte en su estado natural, en bruto, lo podemos encontrar presente en las galerías Jean-Pierre ritsch fish y Christian Berst.

En cuanto a la corriente contemporánea, resulta más complicado determinar una tendencia general, pues los artistas no se encuentran tan unidos a movimientos artísticos, sino que cada uno desarrolla una trayectoria particular.

-Es cierto que hoy en día la sectorización está llegando a su fin, es decir, los creadores fusionan diferentes medios artísticos; fotografía, vídeo, pintura, escultura… Dando lugar a una amalgama fuertemente enriquecida. Sin embargo ¿Acaso este resultado no suprime la pureza de cada área artística?

-No me considero un apóstol de la pureza estética. Poco importan los medios utilizados, pues lo que cuenta es que la obra sea interesante en cuanto al significado que transmite: generando tensión entre sujeto y forma.

-¿Qué diferencias podría establecer entre Art París y el resto de ferias europeas?

-Art Paris es una feria de arte moderno y contemporáneo que mira al Este (Europa Central, Medio Oriente, Asia). El origen de su singularidad con respecto a otras ferias se encuentra en unos contenidos temáticos que incitan a ser descubiertos. Nuestra feria ofrece, por ejemplo, el epicentro que constituye un país invitado de honor (Rusia en 2013, China en 2014, Corea del Sur en 2015…), una sección denominada ‘Promesas’ dedicada a las galerías más jóvenes, una plataforma Artdesign que explora las fronteras entre arte y diseño contemporáneos…

Favorecer la pedagogía y la accesibilidad al arte contemporáneo es también una de las misiones más importantes de la feria, que tiene la suerte de localizarse en uno de los lugares más bellos del mundo: El Gran Palacio (Le Grand Palais), en el seno de una capital donde la oferta cultural no deja de renovarse con la apertura, en 2014, de las fundaciones privadas Louis Vuitton y Galeries Lafayette, del nuevo Museo Picasso y de la Moneda de París.

Interviewing Graham Harman; philosopher and creator of the concept Object-Oriented Ontology.

 

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Extracto de mi entrevista al filósofo contemporáneo Graham Harman, para el número cinco de la revista impresa DUST, el 17 de diciembre de 2013.

IB: Several politic analysts assert that the future of Muslim Brotherhood will be decided by Youth. As teacher at the American University in Cairo, how do you think that Youth is getting along with the situation? Do you think that the initiative of the army that proscribes religious political parties may urge their members and other young people to a more extremist way?

GH: I don’t think so. My sense is that the majority of politically active Egyptians is secular-minded, and this is why you saw them turn on the Muslim Brotherhood so quickly and so violently.

Count me as one of those who initially wanted to give Morsi and the Brotherhood a chance. Following the 2011 Revolution, there was the unfortunate fact that the two top vote-getters were Morsi and Ahmed Shafiq (Mubarak’s own Prime Minister during the Revolution!). If I had voting rights in Egypt, I surely would have voted for Morsi while holding my nose. I respect those who were already too worried about the Brotherhood to do so (Coptic Christians in particular, who had a right to feel existentially threatened by the Brotherhood), but I would have voted for Morsi out of respect for the Revolution, and in a spirit of fair play.

What changed it for me was November/December 2012, when Morsi’s performance shifted from merely incompetent to outright tyrannical. He was already behaving more like the leader of a secret society than like the President of Egypt, and this was nailed home in November 2012 when he declared himself above the Constitution (despite his majority of less than 52%, much of it a protest vote to begin with), and then a few weeks later when he sent paramilitary thugs to rough up and even kill anti-Morsi protestors at the Palace. (For some bizarre reason, The Guardian stood by Morsi at the time, but their own reporter in Cairo disowned their stance as he should have.)

Though I was initially against a coup, just because coups are generally a bad idea, the outpouring of anti-Morsi sentiment on June 30, 2013 convinced me that Morsi could not serve out a full term. Some of the protests may have been fuelled by cynical motives, but as someone who has lived in Egypt for more than a decade, I can assure you that the Egyptian populace had truly turned against the Brotherhood, largely through their own fault. Morsi’s “legitimacy” was entirely gone by December 2012 as far as I’m concerned, and he could have been thrown out then.

However, the violence used against the Brotherhood during the breakup of the mosque sit-in reached grotesque proportions. At least hundreds are dead thanks to military-grade gunfire in the streets of Cairo. And unfortunately, the population is now so polarized in Egypt that it’s tough to take the position I’m taking here. Either people proclaim the legitimacy of Morsi, or they proclaim the heroic status of General El Sisi.

The situation seems hopeless, but there are two forces in which I place hope.

The first is the Left. I do not generally consider myself a man of the Left, for reasons too complicated to explain here. But the Left has its great moments, and Egypt is surely one of them. So far, I have agreed with pretty much every statement made by the Revolutionary Socialist Party in Egypt from early 2011 onward. They have had clear eyes and clear consciences, whereas most factions have emerged severely compromised. Best of all, they haven’t done it as “beautiful souls,” but have actually risked their physical safety in the streets, always for the correct side in each dispute as far as I can recall. They may also find themselves in terrible physical danger as the military crackdown becomes more severe, as I believe it will.

But let’s speak now of the Youth, the main topic of your question. In most cases it can be dangerous to glamorize youth, since the young are just as capable of violence and stupidity as the old. But there is one obvious sort of case where the youth have an automatically heroic role: the case where realities on the ground have outlived their historical relevance. In such a case, the existing powers are hollow and false, and the young at least have vitality and candor on their side.

It seems to me that Egypt is indeed in such a situation right now. The people have rallied around the Army primarily out of deep fear at where the Brotherhood was taking Egypt. Once the Army stops shooting the recent scapegoats (the Brotherhood) and starts shooting young secular protestors, we could easily see a repeat of 2011, though perhaps a much more bloody one given that the Army cannot arise from a second Revolutionary defeat.

One sign that something of deep historical interest is underway in Egypt is the fact that almost every stage since the 2011 Revolution has been a surprise in one way or another. A number of specialists have made correct predictions in general outline, but there has still been something surprising and sudden each step of the way. Admittedly, at times I have lost my faith in Egypt, but every time I’ve sold the Egyptian people short politically, they have delivered a surprise. I can’t begin to guess what the next one will be.

IB: What’s the function of our past generations in our conception of the objects we’re involved in?

GH: Obviously this is crucial. Humans are historical animals to such an extent that some philosophers, including F.W.J. Schelling in Germany and José Ortega y Gasset in Spain, have said that history is what makes us human, rather than language or higher cognition. And they may be right.

Some people seem to have the misunderstanding about Speculative Realism that since it is a realism, it must privilege nature over the objects of culture. This is true of a scientistic philosophy like Brassier’s, but that is Brassier’s own mistake. The difference between real and unreal cannot be identified with the taxonomical distinction between nature and culture. For on the one hand there are plenty of real objects that were created by humans: if you think the legal system is unreal, just try to rob a bank and see what happens. But on the other hand, let us not forget that nature is filled with fictions. Flowers as seen by butterflies, bees, or humans are not the same thing as the real flowers that are a real surplus behind any perception of them.

So, it is definitely true that we don’t discover too many objects by ourselves as individuals, but inherit most of them from those who lived before us. I’ve often noticed that, for all the emphasis these days on individual human freedom, nearly all of the most important things in our lives are not chosen by us. We do not choose to be male or female, but just think of what a difference this makes to your range of plausible options in life. We do not choose our own names, and even if we change them voluntairly later on this does not come without a certain social cost. We do not choose our nationalities, our parents, our siblings, the historical era into which we were born, or our genetic makeup. And neither do we choose the objects that will most concern us. Our tasks are set by the achievements and failings of those who came earlier.

IB: Along with the evolution of history, and in a materialistic way; as time goes by we give more importance to objects than before, isn’t it? What has been the role of Capitalism in our way to conceive the world, ourselves, social and cultural groups, etc?

GH: There is an obvious sense in which capitalism has proliferated the number of objects that surround us, by filling in various possible niches of desire or possible desire. Sometimes I cannot believe the crap I find in stores, and that’s a fairly typical experience for all of us these days.

But along with material consumer objects, let’s also not forget the proliferation of objects of knowledge. As late as 1993 (the world-wide web was launched the next year) I can remember my brother and I calling the public library in Iowa City to ask their research specialists to track down a lost news story for us. (I believe we were curious about the fate of the 1991 Soviet coup plotters.) Now this memory seems quaint, because you can fact-check almost anything no matter where you are sitting: a restaurant, a park, the bottom of the Cairo subway.

There is certainly a massive availability in our time of countless physical and non-physical objects, but I would like to resist any immediate pessimism about this fact. Being negative and pessimistic is always the laziest way to sound serious. Speaking positively or in praise of any situation can always be made to look naive, since they can always find some negative thing to spit at, something that you the optimist are supposedly too brainwashed to notice for yourself. So, instead of assuming that everything is getting worse and worse all the time, and that something called capitalism is to blame, I wish people would pause for a moment and also look at the potentially positive features of the new information economy. Critique is always the path of least resistance for intellectuals.

IB: The concept ‘US’ is a different object from the result of all perceptions that we have of it. Then, what would concern the definition for the concept ‘identity’? Is there a perception of our identity apart from the one that people have of ourselves, or even from the one that we have?

GH: I would say that there is no direct perception of our own identity. Why does psychotherapy exist? Precisely because people have real difficulty grasping what is going on inside themselves. Notice too that we often “find ourselves” not as the result of some lonely, private vision quest, but because someone else makes a remark about us that hits the nail on the head. Imagine that you’re drifting through life, and someone asks you a question, and in response to your answer they say: “You always explain everything so clearly and generously.” And suddenly you see yourself as a teacher at heart, and a series of life decisions follow from that.

Or consider the fact that many people are deeply drawn to horosocopes, tarot card readindgs, and other such techniques, including people who don’t really believe in the supernatural at all. Why is this? Rationalists would tell you that this is a mere regression to naive modes of pre-critical, magical thinking. But not really. The demand for occult insights into our personalities has increased precsiely because rationalism has such a poor conception of who we are. It thinks we are free rational subjects, equal in principle to one another; we make choices, and sometimes are “alienated” by political, economical, or historical conditions stemming from outside our own free minds. Yet we sense that this isn’t true. We sense that people are not alike, that our vocations are not the same. Even if we accept that astrology doesn’t have a shred of scientific evidence behind it, this doesn’t eliminate its appeal, which stems from its detailed attention to the specific, fated contours of any given personality.

Self-discovery, and collective self-discovery, have an unlimited future, precisley because individual and collective selves are so dense with undiscovered detail.

IB: Supporting the present situation in countries like Greece, Portugal, Italy or Spain; full of demonstrations, in a world where Democracy is supposed to be the result of what the majority choses, what means the representations of those governments? Do they represent ‘US’? Or, in another way, do you think that Governments have united all of those that they don’t agree with them?

GH: Here I want to resist what intellectuals are now supposed to say. What we’re supposed to say is that there is no longer democracy, just corporatocracy, that the two opposing parties in any democratic country today are indistinguishable, and so forth. But this objection only carries weight if you believe there is an urgent utopia within reach that the forces of mediocrity are conspiring to block with false choices between two falsely different political poles.

But what if we take seriously the conservative insight (and it’s an insight too, and it has its moments just as Revolutionary insights have their moments) that politics is more about preventing the worst than about enabling the perfect. Someone like Badiou will describe this as the view of the detested Nouveaux philosophes in France, and sneer at it, and yet it never really gets beyond a sneer. If the conservative/progressive polarity is considered as the continuation of that between Hobbes and Rousseau (and in some ways we’ve never left it behind) then we shouldn’t forget the Hobbesian side of reality. Stable mediocrity isn’t always a bad thing. It’s not just blocking the People’s Revolution, it’s also blocking the Redneck Racist Rampage. I’m generally a supporter of heroic adventure over the medicore status quo (most intellectuals are), but we should consider the possibiity that the political sphere is one where mediocrity has a good deal of upside.

The best argument against this, and in favor of radical approaches, would be the claim that we are now in a uniquely dangerous situation, perhaps due to climate change. Yet there have always been such uniquely dangerous factors available for those who wish to appeal to them. For a long time it was the irsk of nuclear war, and for awhile it was al-Qaeda, and before that it was the Nazis, and at some point long before that it was the Ottomans who made Europe scream with terror.

But I don’t want to digress too much. I simply want to note that it’s the job of philosophers to oppose all dogmas, and not just the dogmas of the bourgeoisie and the Right. There are plenty of dogmas among Left intellectuals today, and many of them are dogmas about capitalism and its associated structures. I always admired Roland Barthes for saying that “police fallibility has become a myth of the Left.” Granted, police can often be brutal, and systematically brutal, and not just in Egypt where it’s obvious. That said, I have never met a Leftist with a serious philosophy of policework and crime. They seem content with the idea that society produces crime through its own injustices, and so forth. What I’m asking is that we not forget that life is sometimes simply horrible even when there are not banking cabals or arms merchants responsible for it, and we should not be so quick to sacrifice our present mediocre political consensus in the name of a heroic dice throw.

IB: Now, that still a great part of the population in those countries they are ‘Middle Class’, nothing seems to change, as although the situation is wretched, the majority they have more to lose than to win, how do you think we may end up if people start to not have anything? Because, after all, people have no fear when they don’t have anything to lose.

GH: We may indeed reach that point. I don’t think we’re as close to that point in Western countries as the Left is hoping is the case. Moreover, in my own native country (the United States) I don’t think a conflict between the poor and the rich is the most likely line of fissure. It’s more likely to be the Far Right versus everyone else, and that’s not the same thing. If you take a look at Fox News, you’ll see what an alternate reality the Americn Right is beginning to live in compared with everyone else. You have a non-trivial percentage of Americans who truly believe that Barack Obama is a Muslim terrorist agent secretly installed to undermine the country. I think this division in America between the conspiratorial Right and everyone else is a much more likely fault for an earthquake in the near future than the rift between poor and rich.

I would also add that, even if there is a growing economic division in America, it doesn’t have the same enduring “class” overtones in America that it has somewhere like Britain. It’s conceivable that over time America will change, but for now there remains a very big difference between the two systems. At least in principle, there is class mobility in the United States. You can complain about the increasing rarity of it, but the fact is, if you reach the top in America, there is no stigma whatsoever in having come from a family background of uneducated poverty. Indeed, it’s almost a selling point. It’s a sign of authenticity in America if you start out in the dirt and reach the top largely through your own efforts. That isn’t really the case in Britain, where class isn’t just a question (as in America) of how much you currently have. There’s a deeply-ingrained snobbery in that system that we don’t really have in the U.S.

It’s even worse in Egypt. During my first year of teaching there, I made the mistake of telling the story in class about how I used to do summer agricultural work in Iowa. Coming form the U.S., I’ve learned to be proud of this as a sign of honesty, sincerity, humility, and the Protestant work ethic. But in Egypt, the effect was quite different: I could feel the Egyptian students’ respect dropping for me as I spoke, and it didn’t really recover during the rest of the semester. In Egypt, you can’t really be self-made, and even if you were, it wouldn’t be respected (the military in Egypt may be the sole exception: you really can rise in the military without blue blood, just as in the U.S. military, but in the U.S. there are plenty of other such areas).

If you want another example of the cultural divide between the U.S. and Britain, just consider the difference between Reagan and Thatcher. Thatcher was essentially a mean-spirited witch in public personality terms, whatever positive things one might wish to say about her. By contrast, Reagan came across as a nice, warm guy, even to many of those who thought he damaged the U.S. social fabric beyond repair. I don’t think this is and accident of individual personalities. If you try to imagine reversing the nationalities of the two, I don’t think either of them would have been elected. Reagan in Britain would have come across as a ridiculous simpleton, and Thatcher in the United States would have missed the inclusive potential of free enterprise, which may now be reaching certain limits but which at least until recently has always provided genuine opportunities for the lower class. I once heard it said that the reason the British have so much better labor union leaders than the U.S. is because in Britain, the really gifted working class people still have a pretty difficult time getting out of the working class, whereas in the U.S. many talented working class kids end up as doctors or corporate CEO’s. It’s simply not true that such mobility has ended in the US. It’s becoming harder for all but the most energetic and ambitious, yes, but hardly to the point where working class Revolution is at the doorstep in America. There’s more rancor in England, so maybe they’ll get there before we do, but it’s still a long way off. It might be closer in the European South, but again I think that’s more due to cultural differences than to the objective realities in the country-by-country economic situation.

I make these point because I’m skeptical of the notion that we are about to reach a tipping point of worldwide Leftist insurrection. I think this is a 19th century fantasy that is not a good match for the political crises most likely to unfold over the next century. No doubt this will make me some enemies, but I’m not inclined to the flatter the Left any more than I’m inclined to flatter theology or neuroscience. The Left as we know it grew up amidst the idealist philosophies of the early 1800’s, and is surely just as riddled with problems as those philosophies have proven to be.

Nor do I even agree that philosophy is now called upon more than ever to become political. That’s the wish of several philosophical factions, no doubt, but if you look at the really great philosophies in the histroy of the discipline, they tend to be somewhat indeterminate as to political content. Hegel had his own, well-known political views, as did Heidegger, but that didn’t stop both Left and Right from appropriating their philosophical ideas, simply because they were good ones. Deleuze is starting to show a bit of reception from the Right (at least in the Israeli Defense Forces), which may be grotesque for most Deleuzeans to witness, but is a good sign for Deleuze’s future as a philosopher. We do not yet have Right Badiouians, and this makes me worry a bit about Badiou’s future reputation. It suggests that too much of his appeal today is to those who like the idea of an aggressive revolutionary politics, and that he isn’t offering enough to those who are not so inclined.

 

 

 

 

 

Lara Almarcegui “¿Decís que la Arquitectura es aire? Pues son unas 300 toneladas de hormigón”

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Artículo publicado en el tercer número impreso de la revista de arte contemporáneo BEIS, el 18 de septiembre de 2013.

Seiscientos años antes de Cristo, el filósofo chino Lao-Tsé afirmó que la Arquitectura no supone cuatro paredes y un techo, sino el aire en su interior. No obstante, los principios tienen finales, y en este instante llamado presente, Lara Almarcegui ha reducido dicho principio de la Arquitectura a un cúmulo de escombros.

“Debía de haber otra forma de hablar de los lugares y edificios; cómo hacer para desmontar esa imagen idealizada de la Arquitectura.”

Así, Lara Almarcegui; artista zaragozana seleccionada como representante de España en la 55ª Bienal de Venecia,  comienza a trabajar en 1995 con la idea del peso y materiales de construcción de los edificios como un modo de enfrentarse a ese ideal de la arquitectura.

 

“Creo que su obra responde a unas ideas que representan problemas y cuestiones esenciales en el mundo en que vivimos” (Octavio Zaya)

Dos proyectos de la artista, comisariados por Octavio Zaya, se darán cita en el mayor acontecimiento del mundo del arte contemporáneo -del 1 de junio hasta el 24 de noviembre-: Como única protagonista del Pabellón español Los Giardini, una instalación escultórica, compuesta por montañas de escombros, que supone una reacción al pabellón que la custodia; y la Guía e investigación acerca de la Sacca San Mattia; una isla abandonada en Murano.

 “La montaña es tan grande que apenas cabe en las imágenes”

Inma Benedito (I.B): ¿Por qué esta obra y qué lugar ocuparía en su línea de trabajos ulteriores?
Lara Almarcegui (L.A): He realizado trabajos que descomponen salas de exposiciones en sus materiales de construcción antes, pero en el pabellón de España; un edificio construido enteramente como sala de exposiciones, podía colocar dentro del pabellón todos los materiales utilizados para construir todo el edificio. Una cantidad enorme de material que duplicándolo, pone al límite la capacidad de acarrear volumen y peso del edificio mismo. Además, la instalación se compone de escombros de la planta de tratamiento de restos de demoliciones de Venecia y presenta el estado en que quedan los escombros tras el procesamiento; como en Venecia los materiales apenas se separan, gran parte de la instalación es una montaña enorme e informe de restos de hormigón, cemento, ladrillo y teja, mezclados de forma bastante caótica, que de alguna forma conecta con otros proyectos míos sobre los subterráneos.
I.B: Bern Betcher, cuyas obras han sido recientemente parangonadas con
las suyas, explicó que “El método es objetivo, pero la elección es
subjetiva”, ¿Cuál es el método que emplea a la hora de elegir un escenario?
¿Recoge su análisis características comunes que han de ser cumplidas para
esta selección?   

L.A: Para seleccionar un terreno, primero visito todo tipo de espacios abandonados
de la ciudad de forma bastante exhaustiva; en Venecia visité fuertes
abandonados, gasómetros en ruinas o descampados en los que se habían planeado
grandes proyectos no realizados, como una terminal de ferry’s o un auditorio;
islas de basura, islas de dragados de la laguna, solares en los que había
aparecido amianto enterrado donde se planeó el nuevo palacio del cine, un
sanatorio en ruinas, las obras del nuevo dique y una estación eléctrica
abandonada.  De esta forma pude seleccionar, quizá de forma subjetiva como
los Betcher, el descampado más interesante de Venecia; la Sacca San Mattia,
que es una isla de cristal abandonada y no se corresponde con ningún
estereotipo de lo que es un descampado.

“La Sacca San Mattia me pareció el descampado más adecuado en el contexto de Venecia debido a su compleja y extraña configuración a partir de capas de restos de la industria del cristal y la construcción”.

Como un método de conservación de dichos espacios, las guías e investigaciones sobre descampados se han convertido en sus obras más extendidas; rompiendo con la lógica urbana y metamorfoseándose en solares protegidos: vestigios del pasado y vaticinio futuro de la ciudad.

La guía de la Sacca San Mattia –Antiguo vertedero creado entre 1930 y 1950 y espacio vacío más grande de Venecia- constituye una obra de carácter documental; estudia su génesis, presente geológico y medioambiental; pero también de índole crítica, pues hace referencia a controvertidos proyectos que suprimirían la isla de manera integral.

I.B: Su trayectoria artística revela gran versatilidad, con piezas de
carácter crítico, pero también romántico e incluso documental. Tal vez influya el punto de vista desde el que el observador parta. 
No obstante, la minuciosidad de su labor de recopilación y síntesis de datos revela convicción ¿Qué le gustaría que el público viera en sus obras?

L.A: El lugar: me gustaría que mi trabajo acercara al público al lugar del que le
estoy hablando -un descampado o una ruina- para que tenga su propia
experiencia en ese lugar y reflexione sobre su pasado o futuro.

 

“Lara parte de un principio: el lugar es el sujeto de su arte, y todo se desarrolla en función de dicho lugar y lo que le rodea.” –Octavio Zaya

Este modus operandi se enmarca en la tradición del arte de los sesenta, conocida como Land art; aproximándose a la tradición de artistas tan importantes como Robert Smithson y Gordon Matta Clark. Sin embargo, simultáneamente se aleja de toda corriente formalista, centrándose en: dos matices del lugar; la genealogía (antecedentes e historia del lugar) y la ontología del lugar: y dos lecturas; social y política, pues el estudio del lugar se enfrenta a la problemática social de la urbe retando a la arquitectura como un proceso que Gordon Matta Clark calificó de ‘Anarquitectura’.


I.B: Desde lograr abrir una puerta; símbolo de apertura o recordatorio
al mundo; hasta la perpetuación de lugares como el Mercado de Gros (San
Sebastián) ¿Qué dificultades encuentra a la hora de realizar su trabajo?

L.A: Me cuesta mucho conseguir determinados permisos, sobretodo para proyectos
como la apertura de solares o la protección de descampados. Y de hecho,
fracaso mucho en este tipo de negociaciones que, a veces, se alargan durante
años: Hay proyectos que he tardado más de 6 años en
conseguir realizar.

La obra de Almarcegui no es solo estética, formal u ontológica, sino también social, política e histórica

I.B: ¿Cómo expondría la línea evolutiva de su trabajo?

L.A: Desde mis primeros proyectos he trabajado con la ciudad; cuestionando los
planes de urbanismo y construcción, pero al principio me interesaba realizar
acciones en las que participaba yo físicamente. Estas acciones se correspondían
con cuestiones acerca de mi propio posicionamiento y mi interés en mostrar
que estaba involucrada en aquello que quería estudiar. Ahora ya no necesito
mostrar este tipo de posturas, además de que he desarrollado herramientas
más eficaces para realizar investigaciones y conseguir permisos, y aunque
siga trabajando con los mismos temas urbanos con proyectos perdidos por la
ciudad, también he desarrollado algunas instalaciones muy escultóricas
capaces de cuestionar y activar un espacio expositivo.

“Deconstruyendo edificios y otros monumentos y construcciones, Almarcegui desenreda lo que entendemos como morada y residencia, mostrando los materiales, desnudos e inexpresivos, de los que están hechos los edificios” (Octavio Zaya)
I.B: La mayoría de sus obras contienen una crítica a la ciudad racional
y funcional, la decadencia y encierro urbano. Sin embargo, ¿Cree que es
posible acabar cayendo en un patrón de descampados funcionales?

L.A: Sí; este sería el peligro de mi actividad, pues quizá lo que hago yo de
conseguir que un descampado no sea diseñado, al final también es un diseño.
Pero en defensa de mi proyecto, he de señalar que comparado con lo que hacen
paisajistas y arquitectos, al final yo diseño mucho menos.

 I.B: Ha realizado Guías de descampados en ciudades como Londres;
¿Podría tratarse de una referencia al turismo masivo de la actualidad?

L.A: La guía de descampados de Londres se refería a la zona que se iba a ver
afectada por los juegos olímpicos y trataba de mostrar la tremenda pérdida
que supone una operación urbana de tal magnitud como unos juegos olímpicos.

I.B: El arte nos aleja de la realidad para poder enfrentarnos a ella.
Sin embargo, contra toda convención, sus obras interactúan con la realidad
misma, e incluso lo son ¿Se trata de una manera diferente de ver el arte? o
¿Tal vez de entender la realidad?

L.A: Me parece que el arte entiende la realidad desde un punto de vista diferente
al establecido, o más bien desde varios puntos de vista diferentes que de
alguna forma me resultan mucho más precisos, íntegros e interesantes que la
lectura dada.

 

La artista comentaba en la presentación de su proyecto como representante de España en la Bienal: “Me interesan los descampados como espacios que no encajan en ningún diseño urbanístico, me siento muy a gusto en los ellos; Me dan una sensación de libertad muy agradable”.

Los materiales de sus obras escultóricas hacen referencia al pasado y futuro del urbanismo, a la futilidad del edificio cuando alcanza su cénit. Se trata de un todo (escombros) o una nada (descampados) simultáneamente referido al nacimiento y muerte de un edificio; de la arquitectura.

 

Interviewing J.Dan Taylor; author of the book ‘Negative Capitalism’

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Extracto de mi entrevista publicada en el cuarto número impreso de la revista internacional DUST, en junio de 2013.

Inma Benedito (IB): It’s undeniable that capitalism works; although it’s unfair, features like consumption, surveillance, dread and debt are weapons whereby we are controlled by a minority. Facing this insight, You propose The community as the subject that detents power; what would be the best option. Taking in account that Power is an irrational nature of human being, don’t You think that Power might be rotten by a few ones? How could we prevent it?

J. Dan Taylor (JDT): Yes, I believe that power belongs to the many, the multitude: but I would be reluctant to say power belongs to the community, or the people, just because these notions presuppose some unity or common identity which I think is lacking, at least in my experience of London and travels around Europe. This multitude are at present a disorganised and fragmented network of individuals, strangers, sometimes united in belief for or against a war, or together as a religious community, it varies. There is nothing irrational about power, about desiring to secure your own advantage and get what you want – we all strive for this and it’s inescapable, and neither is it necessarily a harmful thing – we may all strive to rebuild a city, as it serves the common interest, or work as teachers or healthcare assistants in a socialist society, we may just want to spend time on our own once in a while, eat pizza and ice cream and watch funny clips on YouTube.

The situation is systematically bad, hence removing some individuals won’t resolve its functional exploitation. The financial capitalist system is not built so much on fear/awe, as in totalitarian states, but rather an ideal of profiteering, seizure, toughness and success which, with no counter-power, results in mass indifference to politics. Problem is that it in effect consents to this rule by a few, who are themselves products of their class.

We can’t prevent power because we exist within it, and compose it – it is a field of relations formed by everybody who consents to remain within it. This means that the multitude have power, but they have been born into a system where the responsibility and choice of that power have been surrendered to governments. This is the old social contract of the 18th century modern nation-state. With neoliberalism, this social contract has been compromised in that states have privatised their assets and surrendered much of their infrastructure to international banks and businesses. If teachers are to strike for a day, this changes nothing for them and does not express their power, as the state desires to privatise their workplaces and will not be threatened (unless of course teachers were to take over schools for weeks, or destroy management files and records that codify learners into workers-to-be). But if people refuse to buy coca-cola for a year, or choose to physically loot and burn supermarkets, this is a meaningful expression of power by the multitude.

The above notion I’m sketching out is not original, it stems from a reading of Spinoza who I’ve been researching on since finishing Negative Capitalism in mid-2012. But unlike Spinoza, I don’t feel any necessary loyalty to a state that has abandoned its agreement in the social contract. For Spinoza, the dissolution of the social contract by the multitude against a tyranny necessarily leads to a state of war. If the multitude are to retake and use their inherent power, be it towards a social democracy or communism, they would need to form an effective counter-power against the physical and economic violence of the current state and its owners, the banks – against police, external economic embargoes, freezing of bank accounts, etc.

IB: Negative Capitalism makes clear that if society doesn’t knock over the system of capital is because we are alienated and depressed by itself. Foucault said that the answer it’s social revolution, not law or markets. You suggest ways to action against capital, but How to make people revolt? Might be an easier way to act sort of  Kierkegaard’s pure ironist? Who could break with every dogma of social roles through volatilization (to not carry out obligations).

JDT: I like the concept of the pure ironist, it reminds me of punk countercultural figures, people that inspire through their total rejection of social norms, be it work, conformity, religion or morality – John Lydon, Joe Strummer, Bill Hicks – everyone will have different figures, people who didn’t give a shit which, when you’re 14 or 15 and dismayed by everything around you, is inspiring. There’s a use-value in being an ironist ‘all the way down’, it sparks thought and fantasy in reaction, potent stuff for social transformation, so I like this notion. Maybe Zizek is one? My problem however is that with irony, ultimately little changes after we laugh. We laugh and forget, we’re outraged and put if off: isn’t this the effect of his latest book, whatever that happens to be? Entertainment leads to disenchantment.

My main theoretical enemy then, when writing, was the notion of not carrying out obligations I suppose, the voice of Bartleby ‘I would prefer not to’, quoted glowingly by Deleuze, Agamben, Hardt & Negri and countless others working in critical theory. The situation’s far more serious for this kind of passive, middle-class revolt, cited by professors paid five times higher what their cleaner earns. Whilst Bartleby is quickly replaced by another agency worker on a zero-hours contract at the celebrity memoir print-house, people are being killed as an effect of neoliberal capitalism and its state protectors. I’m thinking here of recent killings by the British police of Ian Tomlinson, Mark Duggan, Jean Charles de Menezes, not to mention the 1,433 people who died in police custody between 1990 and 2012, in England and Wales. So this whole notion of the individual mocking social obligations, and sidestepping them where available, stems from a particular 19th-century white European male bohemianism that was only possible for the children of a tiny bourgeois class in a patriarchal society. While it’s funny and compelling, it doesn’t offer much in terms of strategy.

I remember when I was at secondary school, a state boys school near Croydon, south London. The lessons we learned from the teachers pertained more to human nature, on how to face and avoid despair and nihilism. Some of the teachers, the best ones, came in reeking of drink and would shout at us. After a while, they’d break down and let rip – we, the 14 year olds sat at our desks throwing paper and talking back to the teacher, we weren’t the problem, the whole thing was at fault, human nature – managers, excessive regulation, wives or lovers who’d abandoned them, the fact of growing old and becoming ill through one’s habits, not even feeling the energy for self-loathing, just a sense of profound, withering disappointment. I remember one teacher who told me about an ironic action of great proportions when he was younger, with a radical group had been based in Elephant & Castle, London. They took a radio antenna and broadcast using the Capital FM frequency, one of London’s most popular and dull talk/music stations. For a few hours everyone in that part of south London who tuned into that popular station would have been listening to an anarchist parody radio show, full of agitprop propagandising. There was something about this gesture, or perhaps his faith in it, which has variously inspired and bothered me in equal measure.   

IB: You talk about the use of CCTV, which play the mocking role of ourselves; we live our own spectacle. But maybe this Society of the Spectacle is a far cry from being new; meeting with its precedents in Roman circus or Middle Ages; when delinquents were publically hanged. May the human being, contrary to the energy, be created and destroyed, but transformed? Or do our societies make any (negative) difference?

JDT: This is a great point, and again not something I’d considered when writing. But in the Middle Ages or ancient times, it was the criminal, heretic, or defeated soldier who would be displayed and destroyed. In consumer society, the masses become spectators of themselves, as Walter Benjamin argued in regard to fascism, though with equal prescience to consumerism, which perhaps in turn was just another form of centralised fascism for 1950s-60s America. The difference now is that we are far more wilfully isolated and ‘dividualised’ – we want to be alone, away from the contamination or nuisance of other bodies. Here, in front of the camera, we can be unique, sexual, compelling, a star – the content of responses to a video are of less interest than the quantity therein – whoever dislikes us simply fails to connect with our goodness. This I think is the internalised logic of CCTV, which arises at the same time as the ‘fly-on-the-wall’ and ‘reality TV’ formats. In our own controlled spaces, the barriers between the fictions of consumerism and the fantasies of the mind liquify, something that J.G. Ballard foresees clearly in his interviews from the mid-1970s, around the time of he was writing Atrocity Exhibition and Crash.

But what I’m describing is a new but extreme tendency, and one that doesn’t reflect how many live, and I wouldn’t say that all human societies are of one mass and type, entirely determined by technologies. What is curious is the cultural responses and uses of new technologies.

IB: Capitalism not only alienates ideologies; turning left and right wing members into phony followers of the same thing (Capital), but also concepts like ‘Democracy’ have cast out their primitive meanings. Societies think they’re living in democracies (and this is the main difference between Foucault’s disciplinary and control societies), but W. Benjamin called Fascism an analogous system of our pseudo democracy. What does our Present-democracy mean? And what would be the meaning for Democracy in the Social democracy you defend?

JDT: This is such a good question, one that I find hard to answer. Has there ever been an ideal democracy, one that fully represents and responds to the collective will of its people? No, not that I’m aware of. In the UK, which is the only part of the world I can claim to have some knowledge of, women over the age of 21 were only allowed to vote from 1928 onwards – so, we’ve only been an equal democracy for 85 years. There are a great deal of problems with a system that allows a parliamentary vote every 5 years in a voting system which itself leads to disproportionate representation for the two major parties – the ‘first past the post’ system – whilst having an upper chamber of officials, the House of Lords, which cannot be elected. Perhaps the UK is an anomaly compared to the EU, I don’t know. But the broader challenge, and one that faced Spinoza, is why do the people often desire that which would seem to oppress them? In the UK, this came to attention with a recent election in 2011 that proposed to make the voting system slightly more fair – AV – which was democratically rejected!

To avoid feeling cynical and dismayed about democracies, I’d highlight that the proportion of people who actually turn up and vote in elections, and then vote for the winning side, is ultimately far smaller than anything that could be called a majority position. Most people will just not vote in an election, not out of contempt, but because the system doesn’t seem to represent or reflect any popular will. The democratic vote in an election is indifference, it is a statement of non-consent. Perhaps this is the position of Bartleby: I would prefer not to vote! In Europe, the local will of the people seems consistently overruled by Germany and the European Central Bank, in a move towards cuts and privatisation very similar to IMF ‘reforms’ of Latin American and African states during the 1970s, which worked to counter socialist revolutions and largely led to unemployment, poverty and devastation for the multitude. What does a vote mean, against that, or against lines of armed police, or against a mass media system that will only ever represent workers as racist and violent criminals? So the kind of social democracy I suggest is far different. In practice, it probably comes closest to the ideology and mass movement of the British Labour Party in 1945, but with an entirely different political system. I mention a historical example just to give shape to my thinking, but I think such a social democracy as I suggest has not yet been seen before. No real democracy has existed and survived – yet.

IB: Humanity has always being victim and oppressor of identical cycles; it’s The Eternal Recurrence of Nietzsche, Levi’s Demonism, the meanness of Bauman, but also the utterances of Kierkegaard; revealing that every generation starts and ends at the same point, because of an inherent essence that thwarts us evolving. This might mean we can only develop up to a predetermined spot. What do you think about this thought?

JDT: I can only claim familiarity with the first two writers you mention, but I believe that human nature, and what the philosophers of the 18th and 19th centuries called ‘Man’, in booming and imperious tones, is a social and cultural construct. We are neither good nor evil: browsing through the theories and evidence of criminality and world history, I find  Kant’s ‘categorical imperative’ suspect. Your question asks, can we believe in human progress? Well, there is no denying it, to answer this question I have to bring our my moral values and yardsticks with me. If I take a somewhat socialist utilitarian stance, that a good society is one that provides the greatest benefit to the greatest number, I can see that some societies achieve this better than others. How? Well, if I measure the average physical and mental health, life expectancy, literacy, average earnings of individuals, rates of starvation, suicide, social mobility, equal access to resources, political and media freedom, and so on, I can find out which states are better than others. Much of these achievements have been made in states where capitalism and socialism form a ‘corrupt’ union, in the form of social democracy, say in the Scandinavian states.

This strays from the question though, in that the nation-state isn’t the idealised or total form of community: as I said earlier, today we live as a fragmented multitude, not as a singular people. But there are certain states and conditions that are better than others, and that will lead to greater happiness, toleration and freedom – which I define, following Spinoza, as the increased power to act in our own interests, based on reason, rather than the permission to buy a blue or red car based on whim. Progress is possible, and the poverty, illness, ignorance and illiteracy of our great-grandparents is no longer our lot, gladly.

Perhaps my answer isn’t clear enough though, and somehow this last point is hardest for me to make an affirmative statement about. Like many others, I lash between strategic optimism and cynical despair as the months pass and the scene remains the same. Negative Capitalism was written in a period of intense passion, I think it comes off in the prose: in those moments, the writing tears out of you, in a joy of sorts against that Gorgon which Levi claimed not have to seen, all the while harbouring it within him. Everything I suggest there – and it’s a great deal – comes out of a joy and passion that may well be inaccurate, arrogant, farfetched, whatever – I hope it comes to be confirmed or refuted by the wild actions, new desires and behaviours that I dream await us.

 

Los jóvenes italianos opinan sobre sus elecciones

Artículo publicado en el periódico universitario Objetivo Periodismo, el 22 de febrero de 2013.

Aunque Mario Monti no es favorito en las encuestas (está el cuarto), ¿Puede afectarle más si cabe los últimos datos del paro en Italia? (Es el peor dato desde 2004, 11,2%)

 

Lorenzo Colajacomo (Universidad de Roma): Valorar la política de Mario Monti es un asunto complicado. No podemos juzgar únicamente con números, pues debemos recordar que le ha tocado un legado político nefasto, especialmente por los dieciocho años de la presidencia de Berlusconi.

Monti ha hecho lo que ha podido para salvar Italia de la bancarrota.

Probablemente podría haber hecho más en lo que se refiere al mercado laboral y empleo. Eso está claro. Pero en pocos meses, con importantes reformas, ha actuado de la única manera que ha podido.

Personalmente, espero que no gane las siguientes elecciones, simplemente porque no creo que tenga el espíritu de equipo adecuado ni una habilidad de liderazgo flexible como para conducir a Italia a un nuevo futuro.

Luca Cavanini (Universidad de Ancona): Mira, el problema es que, gane el partido que gane en Italia, Monti tendrá muchos votos, por lo que el primer partido estará siempre influido por Monti y, por tanto, por los mercados financieros, lo cual no es bueno.

El problema es que, actualmente, Monti es el único político un  poco más serio, por lo que juega con ventaja.

Francesca Vella (Milán): Los malos datos del paro afectarán a los resultados, es lo normal. Dependiendo de la capa social encontramos un tipo u otro de apoyo, como en cualquier parte de Europa. Se le recrimina que es ahora cuando empieza a hablar de medidas sociales que podría haber sacado cuando estaba en el poder.

Muchos no quieren que vuelva a presentarse, lo cual alimenta el rechazo que pueda haber. Hablan de él como títere del BCE; en general, sí que se le reconoce que ha salvado en buena parte la situación económica del país, sobre todo lo referente a las PYMES, que sostienen buena parte de la economía italiana.

 ¿Qué opinión tienes con respecto a que los ERASMUS italianos no puedan votar fuera del país? ¿Te parece justo/correcto?

Manuel Staniscia (Universidad de Bolonia): Opino dos cosas; la primera, que a los políticos no les interesa demasiado la gente joven; y en Segundo lugar, que tienen miedo del voto de estos.

Alessio Ghirlanda (Estudiante ERASMUS, Universidad Pontificia de Madrid): Para mí es una medida absurda, puesto que no es difícil establecer una forma a través de la cual los estudiantes pudieran votar online o por correo.

Francesca Vella (Milán): Creo que el voto de los italianos fuera de Italia no vale lo mismo que los residentes; si esto fuera así, sería lo mismo para los Erasmus. Es una medida quizás de frenar el voto joven, que como ya he dicho, tiende a figuras de la izquierda.

 

 ¿Qué opinas de la manipulación y censura de los medios de comunicación en Italia? Por ejemplo, la suspensión de debates políticos en 2010, que para los presentadores de ‘Porta Nova’ o ‘Annozero’ supuso un abuso de poder.

Antonio Valentini (Universidad de Bolonia): Creo que es un error suspender los debates políticos en periodo de elecciones, porque los debates son útiles para aquellos que aun no saben a quién votar, por lo que pueden comprender mejor el programa electoral de cada partido, y así escoger con mayor cautela y claridad a quién le otorgarán la confianza para presidir el gobierno.

Manuel Staniscia (Universidad de Bolonia): En Italia, quien gobierna, posee el control de la principal televisión pública (RAI). Luego está Berlusconi, que controla la segunda televisión más importante. Hay un presentador que trabaja para Berlusconi, llamado Paolo Bonolis, que dijo hace dos meses que Berlusconi ha estado burlándose durante 18 años de todos los italianos.

Primero hizo uso de la televisión para llegar al poder, y entonces decidió controlar la televisión.

Alessio Ghirlanda (Estudiante ERASMUS, Universidad Pontificia de Madrid):

La censura no es un problema, pues la gente dice lo que quiere decir. Hay diferentes medios que difunden buena información, por lo que sí hay libertad de expresión.

Por otro lado, sí existe manipulación en los medios de comunicación que pertenecen a Berlusconi. El presidente de la RAI (la televisión pública italiana) es de su propio partido (el PDL, Pueblo de la Libertad). Además, posee una editorial, la editorial Mondadora, que tiene el mayor negocio editorial en Italia y que también tiene mucha influencia dentro del país.

Por ello pienso que sí hay manipulación, pero en sus televisiones y periódicos. Lo malo es que esto hace que los periódicos que quieran diferenciarse o que pretendan ser «libres» tengan que decir lo contrario, y esto condiciona muchísimo la prensa.

 Bruselas no quiere a Berlusconi como primer ministro. Tras nueve años en el poder (los llamados ‘años del berlusconismo) y después de corrupciones, manipulaciones y acusaciones ¿Qué es lo que crees que hace que haya logrado estar al frente de tantos años de mandato?

Lorenzo Colajacomo (Universidad de Roma): Porque está en el poder. Berlusconi tiene dinero, Televisión, acciones y contactos por todas partes. Tiene además una gran habilidad como comunicador, por lo que cualquier cosa que dice parece que es verdad, aunque el 99% de ello sea mentira. Muchos han sido estúpidos, he de admitirlo, y han continuado votando a alguien ‘invotable’. Espero que vuelvan en sí.  

Francesca Vella (Milán): La figura de Berlusconi debe entenderse como un emprendedor, procedente de clase baja, que se ha hecho a sí mismo. Muchos italianos le ven en ese sentido como un héroe, alguien cercano al pueblo, bonachón, campechano, mujeriego, gracioso, que le gusta el fútbol. “Italia es el país que amo, lucho por ella y para ella”, discursos muy carismáticos y cercanos.

Parte de su éxito está, por supuesto, en el control que tiene en los medios de comunicación, sus contactos en la mafia y las cadenas de favor que ha creado, no solo entre personas poderosas, también con gente de clase media. El momento en el que su figura de líder carismático empezó a flojear fue con el escándalo de los de las menores de edad y las “bacanales”.

Alessio Ghirlanda (Estudiante ERASMUS, Universidad Pontificia de Madrid):

El problema principal es que no hemos tenido partidos fuertes de izquierdas o que se hayan unido entre ellos mismos. Así, parte de los electores de izquierdas han elegido a la derecha porque, en primer lugar, no se fían de que una izquierda pueda gobernar, pues está demasiado dividida, y en segundo lugar, porque Berlusconi ha sido y es un comunicador excelente y la gente le cree.

Un ejemplo es que hace un mes hubo un debate público entre el periodista Travaglio y Silvio Berlusconi, y el expresidente le destrozó. Creo que ganó tres o cuatro puntos para las elecciones después de esa entrevista.

 ¿Qué opinas del nuevo partido «Movimiento 5 estrellas» y de la figura de Beppe Grillo?

Lorenzo Colajacomo (Universidad de Roma): Beppe Grillo es un cómico, por lo que no puede jugar un papel político. No puedo pensar en un grupo de gente graciosa gestionando la política de un país tan complejo como Italia. Es muy fácil proclamar eslóganes genéricos que son abiertamente aceptados. No me gusta la manera de gestionar la política de este partido, la elección de candidatos (a partir de likes en Youtube) y todo eso. Él tiene algunas visiones políticas (especialmente las económicas) que me recuerdan a los años negros de Italia (¿Recuerdas a Mussolini? Él actuaba de la misma forma en que Grillo lo hace), y no soy el único que piensa esto.

Luca Cavanini (Universidad de Ancona): Este movimiento se compone de personas, de ideas, mejores o peores, que se manifiestan a través de un nuevo aire de cambio, comparable a otros movimientos más o menos similares a nivel europeo y más allá (ejemplo típico del partido de los piratas del norte de Europa).

El programa que propone el 5 estrellas es, más que únicamente un compromiso político, el seguir la siguiente línea: Por un lado, se requiere honestidad y voluntad de actuar en la actividad de construcción propia, con la seriedad y coherencia institucional que se puede esperar de aquellos que representan a alguien más. Por otra parte, y esto es tal vez la principal limitación para un país como Italia, que requiere un impulso desde abajo, una participación de toda la población para la mejora de la situación.

Creo que sobre estos dos puntos, que cubren la base del Movimiento 5 estrellas, es sobre los que hay que mirar más. El pueblo italiano tiene muchos límites a la hora de apostar por este partido.

El movimiento es un movimiento de ruptura con el pasado, con el viejo concepto de política, tanto italiana como internacional. Es, sin embargo, un laboratorio en el que vemos un mínimo de cambio. Incluso si se hace 1% de todo lo que propone sería realmente revolucionario.
No sé si vale la pena votar a este partido, porque al final todos los partidos son la misma mierda. Sin embargo, ese voto vendrá de personas que encarnan esa voluntad de renovación y progreso, en primer lugar social y moral, que es lo que este país necesita, más allá de la izquierda y la derecha.

Francesca Vella (Milán): Grillo no quiere aparecer en los medios, es muy radical en ese sentido. Los jóvenes en general tienden a mostrarle su apoyo, pero con reticencia y cierta desconfianza pues no es un `político al uso con un programa bien definido. Temen inestabilidad en sus reformas y medidas. Ven en él (y en general en el panorama político que empieza a configurarse) más opciones que la tradicional “izquierda” y “derecha. Grillo está fuera de ese esquema tradicional, y recuerda a los líderes de Sudamérica que concentran el poder en una sola persona también carismática y afable.

El problema principal de Grillo es que muchos dudan de su capacidad de liderazgo y gestión. Genera recelo, y a pesar de que sus propuestas son interesantes (esta chica dice que es probable que le vote) tiene el problema de todos los partidos nuevos: la inexperiencia y los espejismos que generan la ilusión de cambio en política.

¿Cuál crees que es la mejor opción política en estas elecciones y quién crees que va a ganarlas?

Antonio Valentini (Universidad de Bolonia): Aun no tengo claro a quién votaré, pero sé de seguro a quién no voy a votar: Ni a Berlusconi ni a Monti. Creo que Bersani puede ganar las elecciones, incluso aunque Grillo gane seguidores. Me arrepiento de no haber votado en las primarias; hubiera elegido a Renzi.

Alessio Ghirlanda (Estudiante ERASMUS, Universidad Pontificia de Madrid):

La mejor opción política, de momento, creo que es Bersani. Aunque no me guste su programa, pues pienso que es un programa bastante sencillo, me parece una opción que va a tener la aprobación de la sociedad y puede tomar medidas justas para acabar con la crisis económica actual.

Con respecto a la segunda pregunta, pienso que va a ganar él (Bersani) pero con una mayoría ridícula, por lo que va a tener dificultades para gobernar. Aun así, espero equivocarme con esto último.

Manuel Staniscia (Universidad de Bolonia): El 20% de los italianos están cansados de los políticos, por lo que Grillo podría ser una buena opción para los anti-políticos. Mi opinión, y la de muchos economistas es que el mejor es Giannino, pero está en un partido pequeño.

Creo que Bersani ganará las elecciones, pero hay una posibilidad de que no tenga la mayoría absoluta, y que en cambio gobierne en una coalición con Vendola y Monti.

Lorenzo Colajacomo (Universidad de Roma): Creo que ganará PD (Democráticos de izquierda), y me alegraría que fuera así.

Por cierto, votaré por el partido de Oscar Giannino; Fare per Fermare il Declino. Sé que no ganarán las elecciones, pero desde que he observado que tienen buenas ideas, espero que tomen parte en el parlamento, aunque sea con un mínimo de personas que les permita llevar a cabo sus proyectos y, en mayor o menos medida, controlar lo que los demás hacen.

 

 

El Caso Bárcenas en el mundo

Artículo publicado en el periódico universitario Objetivo Periodismo, el 20 de febrero, 2013.

Jóvenes de todo el mundo opinan sobre el escándalo de Bárcenas en España, y la corrupción en el mundo.

¿Qué opinas de España y de su actual situación política? ¿Qué sabes de nuestro presidente Mariano Rajoy?

Francia

Stephen Batifol (París): Mi opinión sobre España y su actual situación política es, para ser sincero, bastante negativa. Especialmente en lo referente al modo en que la deuda española es gestionada, y el hecho de que Mariano Rajoy no quiera ayuda de la Unión Europea. Observamos cómo la tasa de desempleo crece y crece (un 26% de la población activa está en paro), y el Sr. Rajoy no sugiere una manera de poner a España en mejor situación.

En Francia creemos que España puede salir de la crisis. Lo único que sé de Rajoy es que está envuelto en un escándalo político.

Maxime Bobino (París): En mi opinión, creo que España sufre mucho por la crisis económica, tanto al nivel económico como a nivel social y político.
Ahora se multiplican las manifestaciones en contra del gobierno y de su política. La crisis bancaria, el final de la burbuja inmobiliaria y el aumento del paro han afectado mucho a la población española, y su imagen en Europa me parece más negativa que nunca.
No creo que la austeridad sea la mejor opción para levantar y ayudar al país salir de la crisis. Lo digo desde el punto de vista francés, y de nuestro gobierno socialista, por supuesto.
A Mariano Rajoy no lo conozco bien, pero puedo decir que es de origen gallego, y que ha sido ministro de Aznar, si no falla mi memoria.

 

Italia

Luca Cavanini (Fermo): Después de un año viviendo en España, puedo decir que es un país muy similar a Italia, y no solo en el ámbito geográfico.

Tenemos los mismos problemas con los políticos y la sociedad. No me sorprende en absoluto el escándalo del caso Bárcenas; es solo un nuevo episodio de una historia muy vieja ¿Realmente hay algo nuevo?

Lorenzo (Roma): La situación política en España parece ser muy inestable. No sé demasiado sobre Rajoy; por lo que dicen los periódicos sé que sus actuaciones políticas están bastante lejos de los problemas y necesidades sociales. Desafortunadamente, la mayoría de políticas están dictadas por la Unión Europea, con el fin de estabilizar la situación económica. Pero se podría haber hecho mucho más para solucionar algunos problemas críticos, como el desempleo y el bienestar. Espero que todo esto no desemboque en un gobierno tecnócrata, como ocurrió con Italia.

 

Reino Unido

Ben Rogers (Londres): Los británicos, como la mayoría de Noreuropeos, tenemos visiones muy negativas sobre los políticos y políticas llevadas a cabo en el Sur de Europa.

No había escuchado nada del caso Bárcenas. Probablemente la mayoría de los británicos ignoren el nombre del presidente de España (aunque yo lo sé) e ignoran el pasado y presente de la política española, exceptuando a Franco. Somos tan ignorantes como todo el mundo.

Sam Clarkson (Suffolk): Aquí en Reino unido no estamos en muy buena situación económica, pero he escuchado que en España es bastante peor. Hablé con unos españoles que me dijeron que la razón es que en España hay muchos ‘vagos’, a  los que se les permite serlo por cómo el Estado gestiona el país. No sé nada de Mariano Rajoy; ni siquiera sabía que era vuestro presidente.

 

Alemania

Tomáš Lyczkowski (Dortmund): Solo se que España está en crisis financiera. No sé nada de Mariano Rajoy.

 

Eslovenia

Matej Kavčič (Liubliana): Durante el último mes no he escuchado nada en especial sobre España. Si se menciona a España es junto con Grecia, como el peor escenario de la situación. No había escuchado nada sobre vuestro presidente.

 

Eslovaquia

Anton Holubansky (Bratislava): Sobre la actual situación de la política española puedo decir que el partido gobernante está en verdaderos problemas. En un momento de crisis en que los españoles están escépticos con el sistema y los políticos, un escándalo de corrupción que afecte directamente a la cúpula del partido es una noticia grave. Es grave porque puede causar una revolución social.

Martina Stefanikova (Bratislava): La situación española actual es bastante pesimista… Altas tasas de desempleo, un gobierno tratando de disminuir su deuda, crisis… Leí algo sobre la ‘abolición de siestas’, Cataluña solicitando un referéndum para su independencia y el alcalde de Marinaleda jugando a ser Robin Hood. No sé mucho de Rajoy, solo que releva a Zapatero.

 

Madagascar

Alexis Terrée (Isla de Reunión): No sé nada del presidente.

 

Estados Unidos

Cinthia Huston (Chicago): En España la tasa de desempleo es del 20% y tiene grandes deudas. Un gran problema es el de la economía sumergida, que se estima alrededor del 25% del total de la economía. Así que un gran porcentaje de personas no está pagando impuestos y eso lleva al estado a un problema fiscal. No sé demasiado sobre vuestro presidente.

Katie Coleman (Illinois): Antes de leer el sumario no sabía nada de vuestro presidente. No me intereso demasiado por la política a no ser que implique a Estados Unidos.

Rori McPhilliamy (Indianápolis): No sé nada sobre vuestro presidente. Los Americanos somos muy ignorantes sobre los políticos internacionales, a menos que tengan que ver con nosotros.

 

Brasil

Rebecca Brandao Borges (Brasilia): La opinión que tengo de España está muy condicionada por lo que se ha estado diciendo sobre el país en la prensa internacional.

Solía leer El País. Pero, por supuesto, tiendo a leer más medios como The Economist y otros de Brasil, los cuales me han creado una imagen de la situación española que cada vez tiene peor pinta (al menos, peor de la que tenía hace un año, cuando vivía en Madrid por un convenio). Si antes había protestas y manifestaciones, creo que la potencia de estas se ha ido incrementando a causa de la situación de necesidad de la sociedad, que ha llevado a una inestabilidad política por parte del gobierno, hecho que supongo que incluye a Rajoy.

A denuncias y separatismos, como por ejemplo el de Cataluña, se le añade una imagen de decreciente estabilidad política. Sobre el presidente solo sé que ha perdido varias elecciones contra Zapatero, pero que ha ganado estas últimas en muy buena posición.

 

¿Sabes algo del escándalo que está sucediendo estos días con determinados políticos españoles? Caso Barcenas

Después de un breve sumario informativo del caso, preguntamos:

¿Sabías lo que ocurría? Si no es así… ¿Qué tipo de información sobre España llega a tu país?

Francia

Stephen Batifol (París): Sí; he escuchado algunas noticias sobre el caso, y creo que no es un buen asunto, y menos en una crisis de esa magnitud.

Théo Nagou(Lyon): En sí, no pienso que Rajoy lo esté haciendo muy mal (lo podría hacer mucho mejor, sin embargo) sino que son sobre todo los dirigentes autonómicos (González, Cospedal…) los que están haciendo mucho daño…
En cuanto al escándalo Bárcenas; me parece tan increíble que no me lo puedo creer… Desgraciadamente, me parece muy real y si lo es, ya con crisis económica grave, España va a vivir una crisis política sin precedentes que acarreará tremendas consecuencias sobre el país…

Aquí en Francia, para hablar de esto, se usan términos como «crisis política» pero sigo muy a menudo los periódicos españoles así que no me entero de eso por vías francesas…

 

Italia

Luca Cavanini (Ancona): A mi país no llega demasiada información sobre España, porque aquí la televisión y periódicos usan su poder para mostrar la peor faceta de un país y la mejor de otro.

Lorenzo (Roma): Conozco el caso Bárcenas porque siempre leo periódicos españoles, como El País, pero también los periódicos nacionales han informado de ello: el caso ha tenido mucho eco en las noticias de carácter internacional.

 

Reino Unido

Ben Rogers(Londres): Los británicos, al igual que muchos noreuropeos, creemos que los políticos mediterráneos son corruptos. La imagen, por ejemplo, de Berlusconi, nos hace mantenernos escépticos. La crisis de la deuda en España, Portugal, Grecia e Italia, es vista como el producto de corrupción política.

Sam (Suffolk): Lo siento, no sabía nada del escándalo. En Reino Unido solo escuchamos un poco de la economía española y mucho del Real Madrid y Barcelona. I’m sorry I didn’t know about the scandal.

 

Alemania

Tomáš Lyczkowski (Dortmund): No sabía nada del caso.

 

Eslovenia

Matej Kavčič (Liubliana): No sabía nada del caso.

 

Eslovaquia

Anton Holubansky (Bratislava): No sabía nada del escándalo, y esperaba que algo así ocurriera. Siempre hay nuevos casos de corrupción con el PP, así que era cuestión de tiempo.

Martina Stefanikova (Bratislava): No había escuchado nada. La situación ya es bastante mala en mi propio país.

 

Estados Unidos

Katie Coleman (Illinois): No sabía nada del escándalo y estoy sorprendida de no haber oído nada de él. Hasta el momento solo sabía que España tenía problemas para pagar su deuda.

Kelly Huston (Carolina del Norte): No sabía nada del caso antes de leer el sumario. La mayoría de información sobre España, que recibo en los periódicos estadounidenses, está relacionada con la economía.

Rori McPhilliamy (Indianápolis): No sabia sobre el caso, pero pienso que es muy corrupto. Eso ocurrió en Illinois con el gobernador y fue despedido. No escucho muchas noticias  sobre España diariamente.

 

Brasil

Rebecca Brandão Borges (Brasilia): Bueno, no sabía demasiado. Antes de leer el sumario pensaba que el caso Bárcenas implicaba únicamente al presidente Rajoy, y no comenzaba en los años 90. Ahora se parece más bien a un escándalo de corrupción política que también ocurre en mi país y que sigue el mismo proceso de negación. No obstante, va a ser juzgado por el tribunal de Brasil.

La información sobre España que llega a Brasil, en la mayoría de medios, se centra en la situación económica española; las tasas de desempleo y los siguientes pasos que la Unión Europea va a dar. La política interior española no forma parte de nuestras noticias.

¿Qué hubiera sucedido en tu país con un escándalo así?

Francia

Stephen Batifol (París): En nuestro país tenemos la misma situación; un ministro envuelto en evasión de impuestos. Pero exceptuando algunos periodistas y gente interesada en política y economía, a nadie le importa realmente.  

Maxime Bobino (París): En mi, los políticos sospechosos han sido juzgados y condenados. «L’affaire des emplois fictifs» por ejemplo es un caso bastante similar al que pasa en España, y los protagonistas (Jacques Chirac, ex presidente francés) fue condenado a 2 años de prisión con indulto.
Entonces, te puedo decir que si un caso así ocurriera en Francia, los políticos implicados serían juzgados, y una polémica gigante surgiría en la opinión pública.

 

Italia

Lorenzo Colajacomo (Roma): Nada. Tenemos los mismos problemas con nuestros gobernantes, en particular con Berlusconi y las relaciones mafia-estado. La justicia italiana es increíblemente lenta e ineficiente, así que, al final, la mayoría de estos escándalos acaban prescribiendo.

Reino Unido

Ben Rogers (Londres): En nuestro país hay corrupción financiera con políticos, pero no es de tal magnitud. La razón por la que aquí hay mucha menos corrupción es porque nuestra prensa es mucho más libre y nuestro sistema más transparente. Condenaríamos a nuestros ministros si tuvieran relaciones extramatrimoniales y muchas otras cosas más leves, como la reciente multa de tráfico.

Sam  Clarkson (Suffolk): Aquí en Reino Unido hace dos años ocurrió una cosa muy parecida con nuestros ministros. Sin embargo, fue mucho menos importante que lo que ocurre en España.  Nuestros ministros han de ser responsables y consecuentes, y los implicados en un escándalo así deberían disculparse e incluso dimitir.

 

Eslovenia

Matej Kavčič (Liubliana): En Eslovenia nos encontramos en una situación similar. La comisión anti-corrupción reveló que nuestro presidente había recibido grandes cantidades de dinero (también desde 1990) y él simplemente no sentía la necesidad de explicar el caso. Después de esto, casi la mitad del Parlamento tuvo que dimitir, pero él no parece moverse de su sitio. Protestas masivas, similares al movimiento de indignación española, estallan alrededor de todo el país, exigiendo la renuncia de todos aquellos implicados en el caso.

 

República Checa

Michal Neugebauer (Praga): Creo que esto es algo que está ocurriendo por todo el mundo. En nuestro país ocurre lo mismo, o incluso peor. Hay corrupción en todos los sectores (política, deportes, sanidad, trabajo etc.) Todo lo de la crisis financiera es una mierda que me hace estar triste. La mayoría de mis amigos no tienen trabajo ni dinero.

Hay políticos en la cárcel que siguen recibiendo el salario normal ¿Sabes? Parece una broma…

 

Alemania

Tomáš Lyczkowski (Dortmund): Bueno, deberían abandonar el Parlamento.

 

Eslovaquia

Milan Stefanik (Bratislava): En Eslovaquia hay un caso de corrupción llamado ‘Gorila’ que considero similar al español. No se está haciendo nada con él.

Martina Stefanikova (Bratislava): Algo similar ocurre aquí y nadie piensa imputar al culpable. Es deprimente pero no podemos hacer nada.

 

Estados Unidos

Katie Coleman (Illinois): Si esto hubiera pasado en Estados Unidos, se hubiera producido un escándalo a nivel internacional. El mundo enfoca muchas de nuestras acciones y líderes políticos (todo el mundo conoce el escándalo de Clinton en los años 90).

Kelly Huston (Carolina del Norte): En nuestro país, la política se basa principalmente en contribuciones monetarias. Sin embargo, el flujo de dinero en el sistema político está muy regulado. Si un escándalo como el de Bárcenas ocurriera, los implicados serían expulsados del partido. No obstante, una nueva ley ha sido aprobada recientemente, y permite contribuciones ilimitadas a las campañas políticas, lo cual permitiría que el dinero negro pasara desapercibido.

 

Brasil

Rebecca Brandao Borges (Brasilia): Lo más probable es que no hubiera ocurrido nada. Brasil tiene grandes problemas de corrupción. Pero el caso Mensalão ha cambiado la jurisdicción y la visión de la sociedad. Estoy contenta con los cambios que afrontamos en Brasil. Ahora, la ética cobra más importancia.

 

Carlos Mantilla, un antiguo miembro del Partido Popular, dijo que “Es hipócrita pensar que los partidos no están financiados de forma ilegal: la mayoría de las veces hay dinero negro en todos ellos”¿Estás de acuerdo con esta declaración? ¿Ocurre igual en tu país?

Francia

Stephen Batifol (París): Sí, estoy de acuerdo con la cita porque ocurre igual en nuestro país. Hay escándalos de financiación ilegal, como el de Jacques Chirac, o el caso Balladur…

 

Italia

Luca Cavanini (Ancona): Eso es solo una parte del problema. Lo principal es cambiar la mentalidad de la sociedad, porque hoy en día hay muy malos ejemplos y muy pocos referentes correctos.

Lorenzo Colajacomo (Roma): En absoluto. Hay muchos partidos y muchos políticos que tratan de construir un mejor estado. Por supuesto la cantidad de partidos que hay hoy en día implica que manejan mucho dinero, pero se debe generalizar la conducta de un gran grupo por la conducta de unos pocos.

En Italia es exactamente igual.

 

Reino Unido

Sam Clarkson (Suffolk): En muchos aspectos creo que la cita es desgraciadamente cierta.

En Reino Unido tenemos muchos de esos problemas, como en otros países, pero creo que tenemos mucha más transparencia y legalidad en el sistema, en el que la financiación ilegal es rápidamente detectada y duramente castigada.

 

Alemania

Tomáš Lyczkowski (Dortmund): No estoy de acuerdo. Creo que hay partidos que sí se autofinancian sin dinero negro. No sé si ocurre igual en mi país porque no ha sucedido ningún escándalo como ese por el momento, pero quién sabe…

 

Eslovenia

Matej Kavčič (Liubliana): Por supuesto que estoy de acuerdo. Toda Europa del Oeste tenemos el mismo sistema respaldado por el dinero (no Money, no game). Es igual en Eslovenia, o incluso peor, puesto que somos una nación con solo dos millones de personas, lo que significa que estamos constantemente influidos por Alemania y Estados Unidos. Es horrible, y tenemos tanto miedo que ni siquiera hemos especificado nuestra posición en el conflicto de Gaza.

 

Eslovaquia

Anton Holubansky (Bratislava): Desafortunadamente, esto es muy común en los políticos y siempre ocurre. En mi país, si sucede, hay muchos otros partidos a los que los ciudadanos pueden votar, en lugar del partido corrupto. En España esto no es posible, debido al fuerte bipartidismo existente, en el que hay corrupción en ambos lados.

Milan Stefanik (Bratislava): Mi voto en las elecciones es para el partido que parezca robar menos…

Martina Stefanikova (Bratislava): Antes no estaba de acuerdo, pero ahora sí. He perdido mis ideales. Es lo mismo en todas partes. Es una pena.

 

Madagascar

Alexis Terrée (Isla de Reunión): Estoy de acuerdo; la política no es neutral, y las empresas siempre influencian a los partidos.

 

Estados Unidos

Katie Coleman (Illinois): No estoy de acuerdo con la cita, porque las figuras políticas deberían dar ejemplo. Me gustaría pensar que mi país no se involucra en casos de corrupción. No obstante, todo el sector político en su conjunto es muy sombrío, y muchas de las transacciones que se realizan, son encubiertas.

Kelly Huston (Carolina del Norte): Estoy de acuerdo con la cita, y creo que podemos incluir a los Estados Unidos en ella. Al fin y al cabo, el dinero compra favores políticos.

Rori McPhilliamy (Indianápolis): No es lo misma en mi país. Hay tres ramas del gobierno para que eso no ocurra. Pero en los mercados si hay corrupción. Por ejemplo; con la industria textil y la explotación de menores.

 

Brasil

Rebecca Brandao Borges (Brasilia): No estoy de acuerdo con la cita de Mantilla. Es cierto que, a nivel individual, el dinero negro va y viene de los partidos, pero no creo que se trate de una estrategia planeada colectivamente. En Brasil, gestionar dinero negro es muy normal, desgraciadamente.

Sin embargo, la sociedad y la justicia están cambiando a una posición más rígida. De manera que espero que pueda disminuir el nivel de corrupción, aunque sea imposible que desaparezca.

 

 

Entrevista a Enrique Rubio Ezquieta, corresponsal de EFE en Egipto

 

Articulo publicado en el periódico universitario Objetivo Periodismo, el 20 de noviembre, 2012.

 

 

Personalidades (como Chomsky), consideran que el desencadenante de las Primaveras árabes fueron los acontecimientos de Gdeim Izik; el campamento por la dignidad saharaui, en 2010. Otros opinan que fue Túnez el precursor de las movilizaciones.  En 1919, Egipto fue testigo de las que, podrían considerarse, primeras manifestaciones populares de África y Oriente Medio. ¿Dónde opina que se encuentra el origen de las primaveras árabes y sus precursores?

Es extremadamente difícil, por no decir imposible, delimitar con precisión cuál es el origen de la primavera árabe, porque además estos procesos históricos no tienen una génesis nítida y claramente identificable, sino que responden a movimientos de fondo que un día se materializan. Si se me permite la analogía ¿Fue el asesinato del archiduque Francisco Fernando de Austria el desencadenante de la Primera Guerra Mundial? Pues sí y no.

Si tuviera que responder a esta pregunta con el recurso tan periodístico como simplificador de escoger una imagen o un momento, me decantaría sin duda por la revolución tunecina, y, afinando aún más, por el suicidio a la bonzo del joven Mohamed Buazizi. Pero insisto de nuevo en que se trata de un proceso. A buen seguro, en Egipto no habría habido una revolución sin el trabajo de activistas y opositores que ya habían comenzado a agitar la vida política unos años antes. Desarrollaré esta idea en respuestas posteriores.

Tuve la suerte de ser delegado de Efe en Marruecos durante los sucesos de Gdaim Izik, que además pude cubrir en persona en El Aaiún. Por mucho que lo diga Chomsky, no creo que se pueda establecer una relación causa-efecto entre el campamento saharaui y lo que luego sucedió en el mundo árabe. ¿Que sea un eslabón más dentro del proceso al que me refería anteriormente? Puede ser. Pero Gdaim Izik, aun siendo esencialmente un movimiento por la dignidad, contenía muchos ingredientes que no estuvieron presentes en las revoluciones de Túnez, Egipto, Libia, Yemen o Siria, para empezar la lucha por la autodeterminación contra un enemigo que se percibía como externo, es decir, Marruecos.

Algo similar puede aplicarse a la revolución egipcia de 1919. Podríamos decir que también forma parte de este proceso emancipador del pueblo, en este caso del colonizador británico, pero con infinidad de excepciones que lo distinguen de lo que sucedió en 2011.

 

Las movilizaciones de la corriente ‘Seis de abril’ reunieron ochocientos miembros activos y 70.000 seguidores; todo a través de blogs y redes sociales. ¿Existe una brecha digital entre Egipto y las potencias occidentales?

Evidentemente, existe una brecha digital entre Egipto y Occidente, no hay más que ver los datos de usuarios. Sin embargo, la penetración de Facebook, en torno al 14% de la población, es importante y se ha disparado a raíz de la revolución. Los precursores de las movilizaciones del 25 de enero fueron gente con una importante presencia en Internet, como el Movimiento 6 de Abril. Se puede decir que ellos fueron el germen de las protestas, y estoy convencido de que las redes sociales jugaron un papel decisivo, sobre todo en la preparación de las primeras protestas. Después ya comenzó a sumarse el resto de la población, y otros medios convencionales como el teléfono (móvil o fijo) y la televisión tomaron el relevo.

 

El Movimiento seis de abril apenas logró cambios; por el contrario, hubo detenciones y torturas. Sin embargo, seis años después si se ha conseguido la ansiada democracia y lo que ello conlleva (caída de Mubarak). Puesto que la mayoría de países que mantienen intereses con Egipto tenían relaciones favorables con Mubarak (debido a su política pro-occidental), y no les convenía un cambio de gobierno que pudiera suponer una revolución islámica ¿Cree que, al presenciar el imparable ‘efecto dominó’ de las revoluciones árabes, no han tenido más remedio que permitir la caída de Mubarak?

Nunca sabremos cuánto de sincero tuvo el tardío apoyo de los países occidentales al cambio de régimen en Egipto. Los estados europeos, en su línea, guardaron  silencio a la espera de ver cómo se desarrollaban los acontecimientos. Estados Unidos tuvo una posición más proactiva, y realizó llamamientos continuamente a Mubarak para que escuchara la voz de su pueblo.

Luego está la propia caída de Mubarak. Parece claro que fue el Ejército quien le obligó a renunciar, pero ¿Alguien obligó al Ejército? ¿Utilizó Estados Unidos su enorme capacidad de influencia sobre las Fuerzas Armadas egipcias (no en vano, aporta 1.300 millones dólares al año en ayuda militar) para hacer que estas «dejasen caer» a Mubarak?  Nadie sabe las respuestas, pero hay ciertos indicios de que, al final, EEUU podía de alguna forma aceptar que su gran aliado fuese apartado de en medio, con el Ejército como garante.

 

Como corresponsal de un reconocido medio de comunicación ¿Tuvo dificultades a la hora de cubrir las revoluciones? Si no fue así ¿Opina que su condición de occidental, y la protección que ello conlleva, le facilitó el trabajo?

Por supuesto que tuvimos dificultades, creo que son públicas y notorias. Sin embargo, en ocasiones creo que se ha exagerado por ciertos periodistas el peligro y el riesgo que se vivió en Egipto durante la revolución del 25 de enero. Fueron días muy complicados, peligrosos por la anarquía generalizada y por la animadversión de los fieles al antiguo régimen hacia la prensa extranjera. Pero no es comparable al peligro que puede suponer una guerra como la de Siria o la de Libia.

Una cosa tengo clara: en los 18 días de la revolución egipcia, nadie podía garantizar tu protección. Nadie. No importa que fueras blanquito o que sacaras la acreditación de periodista. La anarquía fue total.

 

Teniendo en cuenta el escenario de represiones e intentos de occidentalización, herencia colonial, al que Egipto se ha enfrentado a lo largo de décadas, pocos recursos le restan a la esfera musulmana para expresar su identidad ¿Opina que existe una retroalimentación entre la islamofobia y el fundamentalismo islámico?

Niego la mayor. Los musulmanes no tienen ni han tenido problemas para expresar su identidad musulmana ni mucho menos su religión en sus países. Otra cosa es que perciban que existe y ha existido animadversión hacia ellos en Occidente (cosa que en gran parte es cierta), o que su religión y sus costumbres son incomprendidas.

El éxito del islamismo, y también del fundamentalismo islámico, responde a varias razones que sería imposible enumerar aquí. Entre ellas, está, como decís, la islamofobia, o más bien la sensación de que se quieren imponer en sus países usos y costumbres que poco tienen que ver con sus tradiciones. Sin embargo, considero más bien que responde a una situación de pobreza y desesperanza instalada en el tiempo, desestimadas ya otras ideologías como el panarabismo, el socialismo… La gente ha vuelto sus cabezas hacia la religión como herramienta política. El futuro del Islam político es tan oscuro como el de cualquier otra ideología que proponga soluciones esotéricas a los problemas de la vida diaria.

 

En agosto de este año, Hisham Qandil; nuevo primer ministro, nombró treinta y cinco ministros, de los cuales siete ya lo fueron durante el anterior régimen. De hecho; sólo diez de estos treinta y cinco ministerios fueron concedidos a fuerzas pro-cambio. Resulta paradójico que un partido como el PLJ, que aseguraba un cambio con respecto al anterior régimen, designe a muchos de los funcionarios del mismo. ¿Cuál opina que es la estrategia del Partido Libertad y Justicia?

Primero habrá que decir que ni en el antiguo régimen todos los políticos eran corruptos, ni todos tenían las manos manchados de sangre, por lo que supongo que Qandil tendría sus razones para elegir a «viejos rockeros». En cualquier caso, en muchos aspectos el PLJ no es rupturista. Es una fuerza económicamente neoliberal, que cree en los gobiernos de tecnócratas, al igual que Mubarak, y para ello no hace falta traer a nadie de Tahrir. El fin del PLJ es el mismo que el de cualquier otro partido político, alcanzar el poder, y para ello entiendo que intentarán poner en marcha algunas de las reformas que necesita este país desesperadamente.

 

A pesar de las diferencias culturales entre movimientos como el 15M, Occupy Wall Street o la Primavera Árabe, ¿Qué concepción tienen los activistas árabes de los movimientos sociales gestados durante los últimos años en Europa y América? ¿Existe algún nexo entre ellos?

Básicamente tienen la percepción de que la gente en todo el mundo despertó al ver las imágenes de Tahrir, y que sirvió de acicate para este «revival» de la movilización ciudadana.

 

El ejército egipcio lleva ligado a la política del país desde 1952. No todos los años han sido iguales para ellos, ha habido dictaduras y han ayudado a la caída de Mubarak. Después de tantos años y tanta protesta. ¿Qué visión tienen los egipcios de los militares? ¿Hay miedo de que puedan volver a tomar el poder?

El Ejército es la institución egipcia más respetada por el pueblo. Conviene no olvidar eso. Dicho lo cual, la erosión del proceso de transición tan mal gestionado por la Junta Militar, el enorme poder económico de los militares, y la colusión de intereses del Ejército con el régimen de Mubarak ha hecho que la gente desconfíe de los militares fuera de los barracones. Evidentemente, el miedo a un golpe de Estado militar existe en la sociedad egipcia.

El futuro de Estados Unidos opina sobre el futuro de su Gobierno

Artículo publicado en el periódico universitario Objetivo Periodismoel 4 de noviembre, 2012.

 

Varios estudiantes y universitarios del país norteamericano dan su opinión sobre las elecciones del próximo seis de noviembre

A través de una serie de breves entrevistas, realizadas a través de Internet, nueve jóvenes estudiantes universitarios y preuniversitarios de diferentes estados norteamericanos, o actualmente residentes en otros países, muestran su acuerdo o desacuerdo con las diferentes políticas estadounidenses y sus respectivos líderes; Obama y Romney.

 

¿Estás en contra de la gestión del último Gobierno de Obama?

 

Arianna Tousi: Universidad de Michigan

Me encantaría querer a Obama como presidente, pero cuando miras cuatro años atrás, te das cuenta de que realmente no ha hecho nada contra lo que no estaba de acuerdo. Hablé con mi madre sobre eso la semana pasada, y ella piensa que Obama trata de tener contento a todo el mundo, lo cual es difícil de lograr si tenemos en cuenta que se trata del presidente. Por otro lado, Romney ha hecho muchas cosas como gobernador de Massachusetts, y puede llevar a cabo sus propuestas.

Sierra Orlowski: Chicago, actualmente reside en Montes Claros (Brasil)

No estoy en desacuerdo con su política; creo que mucha gente lo está, debido a que no comparten la visión de cambio de Obama, sino que quieren un cambio de tipo conservador en los Estados Unidos. No considero que hiciera las cosas mal… Sólo de una manera diferente.

Creo, en general, que la gente de Estados Unidos no quiere el cambio, me considero una excepción en este aspecto. La gente suele conformarse con vivir en sus pequeñas burbujas, y si alguien trata de cambiar eso, entonces se vuelven locos.

Rori McPilliamy: Universidad de Butler, Indiana

Me encanta Obama y su administración.

Nicole Huston: Universidad de Boulder, Colorado

Sí; Sigue sin haber trabajo y no se muestra capaz de trabajar con el Partido de Romney cuando toman decisiones.

Jameson Brenner: Glenbrook South High School, Chicago

No estoy en desacuerdo únicamente con la administración de Obama, sino más bien, con la administración en sí. Mayormente, debido al hecho de que cada partido únicamente trata de asegurarse de que la oposición no triunfa, en lugar de trabajar juntos para solucionar los problemas del país.

 

¿Qué opinas del vice-presidente de Romney, favorito del Tea Party?

 

Madalyn Cregg. Universidad de Illinois

Es arrogante y excesivamente conservador. Carece de una visión general de la política, lo que le hace no considerar muchas opiniones. Sólo quiere obtener el voto de los good looking (voto de los más conservadores; literalmente serían los bien vistos).

Kelly Huston. Universidad de Elon, en Carolina

Me gusta Ryan, exceptuando su punto de vista excesivamente conservador. Creo que, en este sentido, ayuda a que Romney logre el voto de los republicanos más conservadores, puesto que Romney es más moderado.

Rori McPilliamy: Universidad de Butler, Indiana

Es demasiado agresivo; quería empezar una guerra con Libia sobre los asesinatos en la embajada. Además, no representa las personas de la clase media.

Megan Wichmann. Iowa

Creo que Paul Ryan es una elección genial: Es joven y muy inteligente. Tiene una visión muy fundamentada sobre lo que se necesita para reformar América. Además, se mueve con mucha sutileza.

Jameson Brenner: Glenbrook South High School, Chicago

Creo que es un idiota.

 

¿Qué clase de partido crees que sería mejor para los Estados Unidos? ¿Demócratas o Republicanos?

 

Megan Wichmann: Iowa

No podría considerarme ni republicana, ni demócrata. Sin embargo, me inclino más a favor de la derecha republicana. Hay cosas en ambos partidos con las que estoy de acuerdo, y otras con las que no, pero soy más bien conservadora. De hecho, para la próxima candidatura, creo que deberíamos confiar en los republicanos. Mitt Romney es un fantástico orador público, pero lo más importante es que es un hombre de negocios. Él tiene las claves para sacar a América de la continua espiral de recesión. Otra cosa que creo que beneficiará al país, si Romney gana, es su visión acerca de las políticas sociales; él no quiere detenerlas todas. Pretende hacer a la gente menos dependiente, lo cual creo que es la llave para lograr una reforma.

Arianna Tousi: Universidad de Michigan

No creo que haya un sólo partido; demócratas o republicanos, liberales o conservadores, para el tipo de gobierno de los Estados Unidos. De hecho, desearía que existiera un equilibrio. Siento que nuestros partidos empiezan a ser muy diferentes y me gustaría que hubiera un punto medio. Mi madre se considera una socialista liberal y fiscalmente conservadora, y yo me considero así también. Estoy de acuerdo con Obama en la mayoría de sus propuestas sociales, y definitivamente no comparto la postura de Romney acerca del aborto y el matrimonio homosexual. Sin embargo, me gusta la propuesta sobre la gestión de impuestos de los republicanos.

Kelly Huston: Universidad de Elon, en Carolina

Creo que, llegados a este punto, un gobierno republicano puede ser mejor. Me gusta su visión de la economía: No creo que un gobierno intervencionista pudiera ayudarnos en este momento. Hasta que la economía de los Estados Unidos y del mundo vuelva a su línea, las políticas democráticas y de bienestar social no serán efectivas.

Rori McPilliamy: Universidad de Butler, Indiana

Soy demócrata y tengo una opinión fuertemente ligada a este partido, pero también sé que muchísimos estudiantes de la universidad no votarán porque no quieren investigar sobre el programa de los candidatos.

Jimmy Villaflor: Universidad del Sur de California

Supongo que un gobierno de demócratas puede ser mejor para la sociedad americana en su totalidad, pero no estoy completamente seguro. En un mundo utópico; el Gobierno debería ser uno, sin etiqueta asignada, uno sólo que tratara de proporcionar soluciones para los problemas de la sociedad. Algo como “un Gobierno para el pueblo” que representara lo que el pueblo quiere. Dicho esto, creo que los Estados Unidos es un país muy grande y hay muchísimas clases de personas con diferentes opiniones y situaciones, es casi imposible tomar decisiones sobre problemas concretos con las que todo el mundo esté de acuerdo.

 

 

¿Vas a ir a votar el próximo seis de noviembre? Si no es así ¿Por qué?

 

Arianna Tousi: Universidad de Michigan

Francamente, no voy a votar el seis de noviembre, porque no tengo confianza en estar lo suficientemente preparada como para tomar una buena decisión sobre a quién votar. Creo que si no se es totalmente consciente de las propuestas políticas, no se ha de votar. No obstante, muchos estudiantes irán a votar, al menos todos mis amigos de la Universidad de Michigan, que tienen más conocimiento político que yo, y la mayoría de estudiantes de otras universidades que conozco.

Nicole Huston: Universidad de Boulder, Colorado

Sí; voy a votar a Romney.

Rori McPilliamy: Universidad de Butler, Indiana

¡Ya he votado!

Megan Wichmann: Iowa

Votaré; creo que necesitamos un cambio, tanto de gobierno, como de líder.

Jimmy Villaflor: Universidad del Sur de California

No lo he pensado mucho. Creo que no voy a votar, porque no siento que sepa suficiente sobre los candidatos como para tomar una decisión razonable.

 

Esto es lo que algunos jóvenes estadounidenses piensan. El próximo seis de noviembre comprobaremos lo que el resto de la sociedad resuelve.

Entrevista a Jose A. Pérez: «Mantengo un blog que, por cada siete amenazas legales, me proporciona un trabajo»

Entrevista publicada en mi primer Blog, el 19 de abril, 2012: Entrevista a Jose A. Pérez: «Mantengo un blog que, por cada siete amenazas legales, me proporciona un trabajo».

Guionista, columnista y director de televisión. A sus 32 años, Jose A. Pérez es guionista de Ciudad K y Escépticos. Ha sido columnista en el diario Público, y actualmente en Rolling Stone, El Correo, Orsai y participa en Radio Euskadi. 
En 2007 crea mimesacojea, un blog cargado de ironía y humor ácido del que no se salva ni Dios. En su cabecera leemos: «Si no te gustan las mentiras de los grandes medios, aquí tienes otras diferentes.» Hoy nos habla sobre ellas.
Ha trabajado en Público como columnista, pero no estudió periodismo. ¿Considera que actúa como un periodista? ¿Qué es para usted el periodismo?
Soy un guionista o un humorista que escribe en periódicos. Para mí el periodismo es el eje crítico entre el poder y los ciudadanos.
 
Su mesa cojea, ¿de qué cojea usted?
De imprudencia, casi siempre. Y de prepotencia, a veces.
 
Desde artículos sobre autoayuda a sátiras del reggaeton, pasando por guiones de series famosas. ¿Hay algo sobre lo que no escriba?
De mi vida personal.
Ha simulado entrevistas a Dios, a Urdangarín, al Jefe de ETA… Probablemente no disten demasiado de la realidad.
Eso es porque la vida real, a veces, se acerca mucho al surrealismo.
 
En «Aviso Legal» escribe «Todo lo que contiene esta página es un chiste» ¿Realmente lo es?
No, ni mucho menos. Aunque cuando lo escribí casi todo lo era. Con el tiempo me he ido volviendo serio.
Es consciente de que su blog crea polémica. ¿Cree que la mayoría de sus visitas le odian? Puede que estén demasiado acostumbrados al discurso excesivamente comedido de los medios de masas.
Mi Mesa Cojea no se guía por lo políticamente correcto, y sí es cierto que muchos lectores no están de acuerdo con el mensaje ni con el tono del blog. Sin embargo, siguen entrando. Creo que, en el fondo, a todos nos gusta leer cosas que nos cabrean. Que se lo pregunten a Losantos.
 
Tuenti-Facebook, Menéame-Twitter, Minileaks-Wikileaks, Mimesacojea- ¿…?
 
Es miembro de la SGAE, pero en su blog critica la SOPA, ¿Qué piensa sobre la propiedad intelectual? ¿Cuál es la diferencia entre ambas leyes?
Soy miembro de la SGAE porque, como guionista, mis derechos los gestionan ellos. Si no fuera miembro, se quedarían con lo que generan mis obras. Creo que las leyes de propiedad intelectual deben seguir existiendo pero también creo que tienen que adaptarse a los tiempos. ¿Cómo? No lo sé.
 
«No todo es democrático» ¿Qué debería serlo?
La organización política y social. Pero otras cosas (como una empresa), no funcionan si son democráticas. Tiene que haber gente que tome decisiones según su criterio, no según el criterio de la mayoría.
Si os ha sabido a poco, visitad mimesacojea.com
Jose A. Pérez tiene Twitter. Síguele en @mimesacojea